La leche contiene en su composición, grasas (ácidos grasos y colesterol), proteínas (caseína, lactoalbúminas y lactoglobulinas), hidratos de carbono (lactosa), vitaminas (en cantidades pequeñas A, D y grupo B) y minerales (fósforo, calcio, zinc y magnesio) entre otros componentes.
Por lo tanto, es razonable pensar que es un buen alimento para nosotros... ¿es eso cierto?
El ser humano es el único en la naturaleza que toma leche después de su periodo de lactancia, además leche de otro animal. Aún sabiendo que cada leche es específica para su raza y fisiología.
En el primer mundo occidental la leche es recomendada por su valor nutricional y su gran aporte de calcio. Pero irónicamente los países que mas leche consumen son los que más incidencia de osteoporosis tienen en la población adulta. Según estudios de universidades como Harvard y hospitales como el St Helena en Estados Unidos corrovoran que la ingesta de leche no solo no aporta calcio a nuestros huesos, sino que incluso llega a desmineralizarlos hacíendolos débiles y quebradizos. En el American Journal of Clinical Nutrition se afirma que el exceso de proteínas de la leche es uno de los factores más importantes en el avance de la osteoporosis.
En el tercer mundo, mujeres que no toman ningún tipo de lacteo pero si vegetales con gran aporte de calcio, no generan osteoporosis. En el primer mundo pasa lo contrario, mujeres que toman leche en grandes cantidades generan osteoporosis violentas amén de otras patologías que mencionaremos más tarde.
Arriba mencionábamos la caseína como proteina presente en la leche. Pues bien, esta demostrado que la caseína impide al organismo la asimilación de muchos nutrientes que ingerimos. Desequilibrando nuestra dieta y provocando carencias de vitaminas y minerales.
La grasa que contiene la leche, entrera, incluso semidesnatada o desnatada (que además tienen menos valor nutricional que la entera), son grasas saturadas que aumentan los niveles de colesterol y grasas saturadas en sangre. Los niños que toman leche de forma continuada tienen las arterias en peores condiciones que los que no la toman.
Por no hablar de la carga hormonal y lás toxinas que tienen la leche y sus deribados. 59 tipos diferentes de hormonas, donde las más peligrosas son las hormonas de crecimiento que se dan a los animales. Ninguna de ellas se destruye, pasa a los productos lácteos y sigue actuando en nuestro organismo. Esto es causa directa de enfermedades degenerativas en nuestro organismo. Las toxinas que con más frecuencia encontramos en nuestra leche son; metales y plásticos, detergentes y desinfectantes, pesticidas y fertilizantes, micotoxinas, antibióticos, fármacos y dioxinas.
Está a su vez demostrado que la leche animal es inflamatoria, debido al proceso que sufre para adecuarla al consumo humano. Así, es creadora de mucosidades que se hacen peligrosas en el caso de que la persona tenga alguna afección en las vías respiratorias.
Según estudios de universidades estadounidenses (Harvard, Rochester, Michigan,...), escandinavas, italianas (Roma), bélgas (Bruselas), finlandesas (Helsinki), noruegas (Bergen, Oslo) entre otras, la leche es culpable directa de estas enfermedades; anemia ferropénica, artritis reumatoidea y osteoartritis, asma, autismo, cancer de mama, ovarios, estómago, pancreas, próstata, pulmón, testiculos,... cataratas, colitis ulcerosa, colon irritable, diabetes melitus Tipo I, dolores abdominales, Crohn, enfermedades coronarias, esclerosis múltiple, estreñimiento, fatiga crónica, fístulas y fisuras anales, incontinencia urinaria, intolerancia a la lactosa, linfomas, migrañas, reacciones alérgicas, sangrado gastrointestinal, síndrome de mala absorción, transtornos del sueño, úlceras pépticas, otras.
Con una dieta equilibrada, podemos aportar a nuestro organismo la cantidad necesaria de calcio natural que necesitamos para fortalecer huesos, sistema nervioso y muscular. Son grandes fuentes de calcio productos como frutos secos, legumbres y verduras de color verde oscuro (espinacas, acelgas, brocoli,...) y en las semillas de sésamo. Aportan aún mas calcio que un vaso de leche de vaca entera. Calcio natural que nuestro organismo reconoce y asimila muy eficientemente.
Como sustitutivo de la leche animal, en los herbolarios podemos encontrar una amplia oferta de bebidas de origen vegetal, bebidas de soja, avena, arroz, almendra, avellana, castaña, sésamo,... Son bebidas ricas, con un gran valor nutritivo y que son sometidas a grandes controles de calidad como es la no utilización de productos transgénicos.
Por lo tanto os recomendamos que equilibreis vuestra alimentación de forma sana y responsable. Conociendo las alternativas que nos brinda la naturaleza y alimentándonos de ella de forma provechosa y sana. Tu salud te lo agradecerá!
En el tercer mundo, mujeres que no toman ningún tipo de lacteo pero si vegetales con gran aporte de calcio, no generan osteoporosis. En el primer mundo pasa lo contrario, mujeres que toman leche en grandes cantidades generan osteoporosis violentas amén de otras patologías que mencionaremos más tarde.
Arriba mencionábamos la caseína como proteina presente en la leche. Pues bien, esta demostrado que la caseína impide al organismo la asimilación de muchos nutrientes que ingerimos. Desequilibrando nuestra dieta y provocando carencias de vitaminas y minerales.
La grasa que contiene la leche, entrera, incluso semidesnatada o desnatada (que además tienen menos valor nutricional que la entera), son grasas saturadas que aumentan los niveles de colesterol y grasas saturadas en sangre. Los niños que toman leche de forma continuada tienen las arterias en peores condiciones que los que no la toman.
Por no hablar de la carga hormonal y lás toxinas que tienen la leche y sus deribados. 59 tipos diferentes de hormonas, donde las más peligrosas son las hormonas de crecimiento que se dan a los animales. Ninguna de ellas se destruye, pasa a los productos lácteos y sigue actuando en nuestro organismo. Esto es causa directa de enfermedades degenerativas en nuestro organismo. Las toxinas que con más frecuencia encontramos en nuestra leche son; metales y plásticos, detergentes y desinfectantes, pesticidas y fertilizantes, micotoxinas, antibióticos, fármacos y dioxinas.
Está a su vez demostrado que la leche animal es inflamatoria, debido al proceso que sufre para adecuarla al consumo humano. Así, es creadora de mucosidades que se hacen peligrosas en el caso de que la persona tenga alguna afección en las vías respiratorias.
Según estudios de universidades estadounidenses (Harvard, Rochester, Michigan,...), escandinavas, italianas (Roma), bélgas (Bruselas), finlandesas (Helsinki), noruegas (Bergen, Oslo) entre otras, la leche es culpable directa de estas enfermedades; anemia ferropénica, artritis reumatoidea y osteoartritis, asma, autismo, cancer de mama, ovarios, estómago, pancreas, próstata, pulmón, testiculos,... cataratas, colitis ulcerosa, colon irritable, diabetes melitus Tipo I, dolores abdominales, Crohn, enfermedades coronarias, esclerosis múltiple, estreñimiento, fatiga crónica, fístulas y fisuras anales, incontinencia urinaria, intolerancia a la lactosa, linfomas, migrañas, reacciones alérgicas, sangrado gastrointestinal, síndrome de mala absorción, transtornos del sueño, úlceras pépticas, otras.
Con una dieta equilibrada, podemos aportar a nuestro organismo la cantidad necesaria de calcio natural que necesitamos para fortalecer huesos, sistema nervioso y muscular. Son grandes fuentes de calcio productos como frutos secos, legumbres y verduras de color verde oscuro (espinacas, acelgas, brocoli,...) y en las semillas de sésamo. Aportan aún mas calcio que un vaso de leche de vaca entera. Calcio natural que nuestro organismo reconoce y asimila muy eficientemente.
Como sustitutivo de la leche animal, en los herbolarios podemos encontrar una amplia oferta de bebidas de origen vegetal, bebidas de soja, avena, arroz, almendra, avellana, castaña, sésamo,... Son bebidas ricas, con un gran valor nutritivo y que son sometidas a grandes controles de calidad como es la no utilización de productos transgénicos.
Por lo tanto os recomendamos que equilibreis vuestra alimentación de forma sana y responsable. Conociendo las alternativas que nos brinda la naturaleza y alimentándonos de ella de forma provechosa y sana. Tu salud te lo agradecerá!