jueves, 11 de marzo de 2010

Productos apícolas - Erle produktuak

¡Que viene la primavera! Y parece ser que con más fuerza que nunca. Esta es la época ideal para aprovecharnos de los productos apícolas. Hablamos de los productos que puede brindarnos el panal de abeja. Probablemente habrá pocos animales en la naturaleza de los que nos aprovechemos tanto como de las abejas. Casi todas las sustancias del panal son beneficiosas para nuestro cuerpo. Y más en primavera, a continuación os explicaremos paso a paso que sustancias podéis encontrar en nuestras tiendas directamente extraídas del panal.

- Polen de abeja: el polen es un polvillo amarillento amarronado que producen las flores para reproducirse. Las abejas recogen el polen de las flores con sus patas y lo humedecen con néctar dándole forma de pequeñas bolas que transportan en sus patas a la colmena para alimentar a las abejas obreras, de ahí su nombre “pan de las abejas”. El polen contiene proteínas (casi todos los aminoácidos esenciales), y es la mayor fuente conocida de vitaminas, minerales e hidratos de carbono, por lo tanto es un potentísimo energético y estimulador del sistema inmune. Podréis encontrarlo granulado, en gotas o incluído en otros productos. Cuidado la gente que tenga alergia al polen, no sería recomendable su ingesta.

- Propóleo: El término propóleo proviene del griego Propolis que significa “defensa de la ciudad” (Pro-antes, Polis-ciudad). Los griegos entonces ya sabían que la acción antibiótica del propóleo protege la colmena de la actividad de virus y bacterias. Esta sustancia resinosa es el sistema inmunológico de los vegetales superiores (árboles). La abeja la recoge y transforma, para desinfectar la colmena, sellar grietas y embalsamar intrusos que no puede expulsar por su tamaño. El propóleo es lo que garantiza la asepsia de la colmena que es uno de los lugares mas estériles conocidos en la naturaleza. Sus propiedades; antiviral, antitumoral, cicatrizante, antiinflamatorio, analgésico, antialérgico, epitelizante, anestésico, inmunoestimulante. En gotas, sprays, caramelos,...

- Jalea real: o “leche de abejas” es una sustancia segregada por las glándulas hipofaríngeas de la cabeza de abejas obreras jóvenes, de entre 5 y 15 días, que mezcla con secreciones estomacales y que sirve de alimento a todas las larvas durante los primeros tres días de vida. Sólo la abeja reina y las larvas de celdas reales que darán origen a una nueva reina son alimentadas con jalea real. Es una masa viscosa de un suave color amarillo y sabor ácido. Es energética y estimulante, ofrece mayor resistencia mental en periodos de estrés o fatiga. Utilizada en afecciones gastrointestinales. Retarda los efectos del envejecimiento prematuro. A pesar de su aporte en azúcares, tiene propiedades antidiabéticas. Es recomendada en estados post-operatorios por su gran riqueza en vitaminas, minerales y oligoelementos. Además ayuda a recuperar el apetito y mejora el sistema inmunológico. Ideal, para niños o personas inapetentes o que no tienen resistencia ante las infecciones. En ampollas, pura o reforzada con otros productos (propóleo, vitaminas, minerales,...)

- Miel: es un fluído dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con una enzima que contiene la saliva de las abejas y lo almacenan en los panales donde madura. Los egipcios y griegos se referían a ella como un producto sagrado. Tiene muchas propiedades terapéuticas. Se puede usar externamente debido a sus propiedades antimicrobianas y antisépticas. Así, la miel ayuda a cicatrizar y a prevenir infecciones en heridas o quemaduras superficiales. También es utilizada en cosmética (cremas, mascarillas de limpieza facial, tónicos, etcétera) debido a sus cualidades astringentes y suavizantes. Potente energético, también contiene enzimas que ayudan a la digestión, así como diversas vitaminas y antioxidantes.

- Cera: es la sustancia segregada por las glándulas ceríferas de las obreras jóvenes. Las escamas de cera salen de entre los anillos del abdomen. Recogidas y moldeadas por las mandíbulas de las obreras, después adicionadas de polen y propóleo, las laminillas de cera se transforman en el panal, cientos de miles de celdillas hexaédricas perfectamente equiláteras y alineadas. Se usa en la preparación de cremas, pomadas, emplastos, lápices labiales, cremas limpiadoras y astringentes, mascarillas faciales y cremas de belleza, en la preparación de moldes para prótesis dentales, en la confección de pulimentos, así como en otros múltiples usos farmacéuticos, cosméticos, médicos e industriales. Los productos que contienen cera de abejas suavizan la piel.

Como habréis visto no hay nada que no se utilice del panal de las abejas. Incluso hoy en día se utilizan las picaduras de abeja de forma terapéutica.


¡Aprovéchate tu también de sus maravillas en esta primavera!