viernes, 5 de febrero de 2010

Evita el dolor - Mina sahiestu

Sentimos dolor, claro. Muchos dicen que el proceso que se produce en el cerebro cuando sentimos dolor es muy parecido al de cuando sentimos placer. Pero todos buscamos aliviar ese dolor.
Nosotros en este artículo nos referiremos al dolor muscular. Y ahora sentimos más dolor que nunca. ¿Por qué? Muchos factores, el clima, el estres, falta de calcio, lesiones, errores al elegir la almohada,...
Lo más común que encontramos en mostrador y consulta suelen ser dolores cervicales en jóvenes y gente de mediana edad y caderas y articulaciones (extremidades) en la tercera edad. Incluso nos atreveríamos a decir que la mayoría de la gente que viene diciéndonos ¿tienes algo para el dolor? es gente contracturada.
Los trucos para evitar estas situaciones no son nada complicados. Lo primero que solemos recomendar es tratarse por dentro. Calmar el sistema nervioso, alimentar estructura ósea y relajar y fortalecer musculatura suelen ser las claves del éxito. Una mezcla de hipérico y valeriana puede calmar nuestro sistema nervioso, el harpagofito desinflamar nuestra musculatura (ver nuestra sección Fitoterapia) y la cúrcuma puede eliminar el dolor de forma efectiva. Nunca está de más tomar de vez en cuando un aporte extra de calcio y magnesio (ver Magnesio en sección Minerales) para alimentar huesos y musculatura.

Cuidado con el estrés y la ansiedad, tensan y agarrotan no sólo nuestro cerebro sino también nuestro cuerpo.
Como es costumbre no vamos a dar de lado la alimentación, legumbres, verduras, sésamo (gran aporte de calcio natural) y evitar lacteos son una  buena estrategia. El ejercicio es fundamental y no cualquier ejercicio, un ejercicio moderado y diario es lo más recomendable, olvidaros del spinning y el aerobic o deportes por el estilo que sólo empeorarán la situación y producirán más dolor. Una hora diaria de paseo a buen ritmo nos ayudará a tonificar los músculos y mejorar el ritmo cardiaco.
Cuidado con dónde dormimos, colchones demasiado blándos y almohadas demasiado altas suelen ser culpables de dolores y problemas de espalda. Hemos descubierto que, con cambiar de almohada mucha gente tiene resueltos sus problemas cervicales.
Ya véis que no es tan difícil evitar dolor en huesos y articulaciones (sin haber patologías graves) cuando se saben todos los truquitos.
La clave, cocina sana y mente equilibrada.
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