domingo, 9 de mayo de 2010

Huerto urbano, abril - Hiri ortue, apirila

Otra vez estamos aquí macetohortelanos primaverales. Nuestro huerto sigue dandonos alegrías! Empezamos a recoger los frutos de nuestro trabajo. Hemos recolectado lechugas y cebolletas, fresitas y perejil. Tenemos muchas novedades, es primavera, los acontecimientos se suceden de manera vertiginosa.
Empezaremos por las fresitas, están increíbles y ya empiezan a dar fruto. Las primeras fresas que hemos recogido tienen un sabor increíble! Hacía mucho tiempo que no saboreabamos algo parecido. Pero como somos avariciosos nos ha parecido un fruto escaso, las fresas son muy pequeñas. Bueno... les buscamos otra utilidad, ya que no podemos usarlas para alimentarnos, las usamos como golosinas. Riquísimas!

Las lechugas y las cebolletas no defraudan, aunque las cebolletas también han sido un poco pequeñas. Hemos descubierto porqué! No tenían espacio para crecer! Si recordáis otras entregas de Huerto Urbano, plantamos las primeras cebolletas en jardineras alargadas. Error. Son demasiado estrechas, la profundidad de estos contenedores es la correcta pero son estrechas y las cebolletas no han llegado a engordar. No cometeremos el mismo error dos veces. Ya hemos plantado nuevas cebolletas en otros contenedores más espaciosos. En cuanto a los rábanos, estan enormes (sus hojas), todabía no sabemos nada de sus frutos, seguiremos informando.
Y tenemos que empezar a hablar de errores garrafales y fracasos varios. Nuestro primer error garrafal, los berros. Nos pareció raro que no crecieran más, se quedaron muy delgaditos y cuando los probamos comprobamos que no sabían a casi nada. ¡Habíamos plantado berros para germinar! Toda la producción a la basura... bueno... otra vez será. Cuando compréis un sobre de semillas de berros, fijaos bien en las letritas y comprobad que no sean para germinar. No sirven para plantar en tierra y no crecen apenas.
Algo pasa con la lechugas, ¡tienen pulgón! pero además acabamos de sufrir una plaga expectacular. De la noche a la mañana, nos hemos encontrado en lechugas y cebolletas una increíble plaga de pulgón. Todo estaba infestado, lo cierto es que era asqueroso.
Las bajas, dos lechugas completamente infestadas de estos seres asquerosos. Las cebolletas pudimos salvarlas y otras tres lechugas también. Solución; hemos empezado a fumigar nuestro huerto con una infusión de ajo con un poco de jabón. Esto es, hervimos unos dos, tres dientes de ajo en agua, haciéndo una infusión y después de dejarla enfríar, añadimos unas gotas de jabón del que usamos en la cocina (Mistol, Fairy...) y ya tenemos nuestro propio pesticida natural. La infusión de ajo repele al pulgón y otras plagas, el jabón líquido limpia de excrementos y larvas las hojas de nuestros vegetales.
Por ahora parece que hemos contenido la plaga, aunque no tenemos todas con nosotros, seguiremos observando todos los días nuestros vegetales para evitar tener desagradables sorpresas.

Tenemos un nuevo inquilino en nuestro huerto urbano, el tomate. Hemos elegido una especie de tomate autóctona, tomate del país (País Vasco), uno de los mejores tomates para ensalada que hay. Tenemos un contenedor bastante profundo y alargado, con una capacidad de unos 40-50 l. de sustrato. Y en el mismo recipiente junto con los tomates hemos plantado lechugas y cebollas. Todabía no hemos puesto la guía para los tomates, que como sabéis es imprescindible. En el siguiente número os detallaremos los cuidados del tomate, mientras siguen creciendo, regaremos abundantemente y los proveeremos de sol lo máximo posible.
Tomates, lechugas, cebollas, ajos y zanahorias en nuestro contenedor especial "Leopoldo XL". Más información sobre este recipiente en http://www.leopoldobcn.com/